¿Puede el CBD mejorar el sueño? Así lo que muestran los últimos estudios

El insomnio es una epidemia silenciosa en el mundo moderno. Entre pastillas, técnicas de relajación y terapias cognitivas, una nueva esperanza ha surgido en los últimos años: el cannabidiol (CBD). Pero, ¿hay evidencia real detrás de su promesa como aliado del descanso? A continuación profundizamos en el tema.

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cbd y sueno

En América Latina y el mundo, los trastornos del sueño afectan a millones de personas. El estrés crónico, el uso excesivo de pantallas y la ansiedad social son solo algunos de los factores que alteran el ritmo circadiano. En ese contexto, muchos pacientes comienzan a buscar alternativas a los hipnóticos clásicos, como el zolpidem o las benzodiacepinas, cuyos efectos secundarios —como la dependencia o el deterioro cognitivo— son ampliamente documentados.

Qué es el CBD y por qué se lo vincula al sueño
El CBD es uno de los principales compuestos del cannabis, pero a diferencia del THC, no tiene efectos psicoactivos. Su popularidad creció en parte por su aparente capacidad para reducir la ansiedad, un factor clave en los trastornos del sueño. Al actuar sobre el sistema endocannabinoide —una red de receptores distribuidos en todo el cuerpo que regula funciones como el sueño, el dolor y el estado de ánimo— el CBD podría ayudar a restaurar el equilibrio biológico necesario para dormir mejor.

Qué dicen los estudios científicos
Un estudio de 2019 publicado en The Permanente Journal analizó a 72 pacientes con ansiedad o insomnio. Tras un mes de uso diario de CBD, el 66,7% de los pacientes reportaron una mejora significativa en la calidad del sueño. Sin embargo, el mismo estudio advirtió que los efectos no siempre eran sostenidos en el tiempo, lo que sugiere la necesidad de más investigaciones longitudinales.

Otra revisión publicada en Sleep Health (2022) indicó que si bien el CBD parece tener un efecto ansiolítico leve que indirectamente mejora el sueño, la evidencia aún es limitada y en muchos casos depende de la dosis, la vía de administración y las características del paciente. El sueño, después de todo, es multifactorial.

Más allá del placebo: ¿cómo se usa?
Los usuarios reportan distintos resultados según la forma de consumo. El aceite de cannabi sublingual es la más común, ya que permite una absorción más rápida. También existen gomitas, cápsulas y cremas, aunque estas últimas se asocian más a usos tópicos que a efectos sistémicos como el sueño. La calidad del producto es un factor clave: el contenido real de CBD, su pureza y la presencia de compuestos complementarios como terpenos influyen en su efectividad.

Un mercado que madura, con marcas que se profesionalizan
A medida que la industria crece, las marcas de CBD se ven presionadas a mejorar sus estándares. Un ejemplo es Royal CBD, que se ha posicionado como referente en el segmento premium, gracias al uso de cáñamo orgánico, extractos de espectro completo y pruebas de laboratorio independientes. Este tipo de compromiso con la calidad es fundamental cuando se trata de productos que impactan en la salud.

El CBD no es una cura mágica para el insomnio, pero tampoco es solo una moda. La ciencia empieza a confirmar lo que muchos usuarios reportan desde hace años: su potencial para mejorar el descanso, especialmente en personas con ansiedad. Mientras los estudios avanzan y las regulaciones se ajustan, el consumidor debe ser crítico y optar por marcas que ofrezcan transparencia, trazabilidad y respaldo científico.

¿El sueño reparador está a unas gotas de distancia? Aún no hay una respuesta definitiva, pero la investigación está despierta.

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