Se derrumbó el precio interno del maíz por el cepo de Domínguez a las exportaciones

En una sola jornada cayó más de 800 pesos por tonelada. Calculan que los productores perderán UDS 1.100 millones por año.

Producción 14 de octubre de 2021

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El cierre del registro de exportaciones de maíz, correspondiente a la campaña 2020/21, empezó a impactar de manera significativa sobre los precios vigentes en el mercado local. Es que, en la práctica, la medida representa un fuerte desincentivo a los productores.

Este miércoles en el recinto de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) el maíz disponible cotizó a 18.750 pesos por tonelada. Se trata de una baja que se ubicó en torno al 5% en una sola jornada (el martes el cultivo se había negociado a 19.600 pesos).

La caída de 850 pesos en una rueda responde, según los especialistas, a la decisión del Gobierno nacional de imponer trabas a los envíos al exterior para garantizar el abastecimiento de maíz del mercado interno (feedlots, avícolas, balanceado y porcinos, entre otros rubros).

La baja también se sintió en el Mercado a Término de Buenos Aires (Matba/Rofex). Ayer la posción julio 2022 de maíz se negoció a 171 dólares versus 175 dólares en el cierre anterior. En Chicago, por su parte, cerró a 201 dólares versus 155 dólares hace exactamente un año atrás.

El temor de los productores, según supo LPO, es que los precios del maíz empiecen a divorciarse definitivamente de los valores registrados en Chicago. Si eso llegara a ocurrir, en el campo ponen dudas sobre el récord de siembra y cosecha previsto para la próxima campaña 2021/22.

El último informe de la Bolsa de Cereales (BCBA) proyectó que durante la próxima campaña 2021/22 se sembrarán en todo el país unas 7,1 millones de hectáreas versus 6,6 millones en 2020. La producción fue estimada en 55 millones de toneladas (si se concreta marcaría un nuevo récord).

Una de las entidades que salió con los tapones de punta fue CARBA: "Si el Gobierno sigue alentando la imprevisibilidad y el permanente cambio de reglas, mostrando señales inciertas, se conseguirá retraer la confianza y, por consiguiente, la inversión y la producción", señalaron. 

La entidad que representa a productores de Buenos Aires y La Pampa no se quedó ahí y fue más allá. "La intervención de los mercados no es más que decidir discrecionalmente quién gana y quién pierde en la cadena de acuerdo a su poder de lobby y de persuasión", apuntaron.

El economista de la Fundación FADA, David Miazzo, calculó que los productores de maíz podrían perder alrededor de 1.100 millones de dólares por año por las trabas a las exportaciones teniendo en cuenta que la próxima cosecha rondaría las 58 millones de toneladas.

"Cuando se limita la exportación, se reduce la competencia por el maíz. Como todos los actores del mercado interno tienen su cuota asegurada y saben que van a conseguirlo, hacen bajar los precios locales a los productores generando un desincentivo para producir", explicó Miazzo. 

En tanto, un informe de la Fundación Mediterránea muestra que la Argentina produce casi 4 veces más maíz de lo que consume. El saldo exportable en torno a las 38 millones de toneladas es muy superior respecto a las 10 millones de toneladas que necesita el mercado interno.

"No hay justificación alguna para manosear la exportación de maíz, en ningún caso, pero menos en Argentina donde la producción es muy superior al consumo local", dijo el economista Juan Manuel Garzón, mostrando que en Brasil y Estados Unidos esa ecuación es mucho más ajustada.

En este contexto, el miércoles por la tarde el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, se hizo presente en la sede porteña de la Bolsa de Cereales -sobre la Avenida Corrientes- para reunirse con las autoridades del Consejo Agroindustrial que presentaron la agenda estratégica del sector.

Desde la Subsecretaría de Mercados, que encabeza el periodista Javier Preciado Patiño, insisten que "no existe limitación ni cepo a la exportación de maíz, cuando la Argentina alcanzó un récord de exportación". 

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