El papa León XIV recupera viejas tradiciones y busca la unidad de la Iglesia

Robert Prevost evita gestos grandilocuentes y prefiere escuchar antes que imponer cambios rápidos.

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A tres meses de su elección, el papa León XIV ha marcado un estilo distinto al de su antecesor, Francisco. Más reservado y menos expresivo en público, Robert Prevost evita gestos grandilocuentes y prefiere escuchar antes que imponer cambios rápidos.

Aunque sigue la línea reformista de Bergoglio, no duda en retomar tradiciones vaticanas que el pontificado anterior dejó de lado, como el uso de autos oficiales o las vacaciones en Castel Gandolfo. A diferencia de Francisco, que eligió la sencillez, León XIV se instaló en el Palacio Apostólico.

La respuesta de los fieles, especialmente en Italia, ha sido fría en comparación con la empatía que despertó el carisma espontáneo del papa argentino. La fotógrafa Francesca Ragusa destaca que "León XIV no atrae a nivel emocional como Bergoglio, quien lograba conectar incluso con ateos y laicos".

La diplomacia y la unidad como prioridades
León XIV ha puesto el foco en mantener la unidad de una Iglesia dividida, con un estilo menos confrontativo y más conciliador. Mientras Francisco agitó debates y nombró figuras que generaron polémica, Prevost opta por la prudencia, sin nombramientos ni declaraciones que aviven tensiones internas.

Su gestión se caracteriza por la discreción y la escucha activa. "Es un gerente reservado que prefiere trabajar en silencio y mantener sus cartas guardadas", describe Christopher White, biógrafo del papa, en una reciente entrevista.

En la arena internacional, el papa ha demostrado una postura firme: se reunió con Zelenski y dialogó con Putin, buscando impulsar el fin de la guerra en Ucrania. También condenó el ataque israelí a una parroquia en Gaza y mantuvo conversaciones con Netanyahu, reforzando el apoyo vaticano a los derechos palestinos, una línea que mantiene sin cambios desde el pontificado de Francisco.

Un papa que delega y evita la soledad en el poder
A diferencia de su predecesor, que solía tomar decisiones en solitario, León XIV ha mostrado preferencia por delegar en su equipo y buscar consenso. Este cambio de estilo busca evitar conflictos internos y mantener la estabilidad dentro del Vaticano.

Marco Politi, periodista experto en el Vaticano, señala que aunque Prevost se mueve con cautela, su firmeza en temas clave como el conflicto en Medio Oriente deja claro que el apoyo del Vaticano a Palestina no ha cambiado.

El papa también ha ganado cierto terreno en la relación con los jóvenes católicos, tras su participación en el Jubileo de los Jóvenes en Roma, donde fue aclamado, aunque sin el impacto carismático de Bergoglio.

En suma, León XIV recorre un camino reformista, pero más pausado, con un estilo que privilegia la diplomacia, la unidad interna y un perfil más bajo en la comunicación pública.

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