Diabetes: cómo es la nueva droga que puede prevenir las dos complicaciones más letales de la enfermedad

La patología afecta a unos 33 millones de personas en América Latina. El desarrollo de una innovadora molécula podría ser la respuesta ante la afección renal crónica, además de prevenir eventos cardiovasculares mayores. La opinión de los expertos a Infobae

Saludsanjuanhoysanjuanhoy

BDIJCDTNVNDKDIFQMZOLOZLV3Y

Soluciones innovadoras para enfermedades en constante crecimiento. De eso se trata muchas veces para la ciencia el motor que mueve a los grandes acontecimientos, que a su vez decantan en la curas y los tratamientos para las enfermedades. La diabetes tipo 2 es una afección que se produce por un problema en la forma en que el cuerpo regula y usa el nivel de azúcar como combustible, el cual se conoce como glucosa.

Esta afección a largo plazo aumenta la circulación de azúcar en la sangre. Eventualmente, los niveles elevados de glucosa en la sangre pueden derivar en trastornos de los sistemas circulatorio, nervioso e inmunitario. Gracias a la decisión estratégica de invertir en investigación y desarrollo, Bayer anunció el lanzamiento de Finerenona, una molécula para tratar los pacientes con diabetes tipo 2 (DT2) de cara a las posibles complicaciones derivadas en los riñones y en el corazón.

 A pesar de que la mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2 están conscientes de las complicaciones potenciales que pueden surgir, su enfoque diario suele centrarse en la prevención de síntomas más evidentes, como el hormigueo en las extremidades, riesgo de amputaciones o problemas de visión. Esta tendencia a descuidar el monitoreo de comorbilidades, como la Enfermedad Renal Crónica (ERC) o afecciones cardíacas, conduce a una falta de detección temprana y a la búsqueda tardía de tratamientos que puedan prevenir resultados graves o la necesidad de diálisis.

Lucrecia Secco (MN 120.747), Asesora Médica de Cono Sur para Finerenona, sostuvo: “Finerenona posee un enfoque integral. Se posiciona como el primer antagonista mineralocorticoide no esteroide dedicado al riñón y con beneficios cardiovasculares que desacelera la progresión de la insuficiencia renal y cardiovascular. Esta molécula novedosa bloquea de manera eficaz los receptores que contribuyen a la inflamación y cicatrización del corazón y el riñón. Su mecanismo de acción único ataca directamente la hiperactivación de los receptores mineral corticoides (MR) de manera no esteroidea en los riñones, corazón y vasos sanguíneos, con mayor potencia, selectividad y menor riesgo de eventos adversos”.

Sobre su utilización y las guías internacionales que le dan sustento: “Finerenona ya está aprobado en la mayoría de los países de Latinoamérica, Estados Unidos y Europa. Recientemente se lanzó en Argentina, y ya presenta evidencia clínica en las guías más importantes de la Sociedad de Diabetes y la Sociedad de Nefrología .Además fue recientemente incluida en las guías de la Sociedad Argentina de Cardiología para la indicación en la prevención renal y cardiovascular.” Concluyó Secco.

Más allá de los síntomas: La enfermedad renal crónica
Categorizada como silenciosa por su ausencia de síntomas, la Enfermedad Renal Crónica (ERC) está presente entre el 30% a 50% de los pacientes con DT2 y por ser asintomática y considerada “invisible” para los pacientes, hasta un 80% de ellos no tendrán un diagnóstico de esta condición en un estadio temprano.

Para desarrollar tratamientos diferenciales que aporten un valor clínico sustancial, Bayer llevó a cabo junto al Instituto Ipsos, con apoyo de la Sociedad Latinoamericana de Nefrología e Hipertensión (SLANH), una encuesta que reveló un escenario preocupante para la salud de los pacientes con esta clase de diabetes en América Latina.

 

Según la encuesta, entre las seis comorbilidades más comunes recordadas por los entrevistados, los problemas cardíacos aparecen en último lugar. Las complicaciones renales ocupan el tercer lugar considerando todos los países. En ese sentido, el 13% de los encuestados sabe que sufre problemas renales, pero solo el 10% recibe tratamiento. Cuando un paciente presenta ERC, el tejido sano de sus riñones primero se inflama y después se vuelve fibroso (se generan cicatrices). Esto deriva en que pierdan su capacidad para filtrar la sangre y producir orina. Justamente, la principal función de los riñones es mantener al organismo equilibrado al eliminar del cuerpo los desechos que pueden a llegar a ser tóxicos, manteniendo balanceados los líquidos internos, así como la regulación de la presión sanguínea.

En la empresa farmacéutica consideran que estos datos refuerzan la importancia del rastreo de las complicaciones y comorbilidades de forma sistemática y periódica, porque más del 50% de los pacientes tendrá enfermedades cardiovasculares y, entre el 30 y 50% de los pacientes, padecerá enfermedad renal crónica causada por la diabetes tipo 2 (DM2). América Latina tiene aproximadamente 33 millones de personas con diabetes tipo 2, lo que equivale a 1 de cada 12 personas en la región la padecen.

Por ser asintomática y considerada “invisible” para los pacientes, hasta un 80% de ellos no tendrán un diagnóstico de enfermedad renal crónica. En la encuesta, la falta de conocimiento sobre las complicaciones a largo plazo de la enfermedad sigue siendo un desafío en América Latina, ya que 3 de cada 10 entrevistados no están al tanto de las posibles complicaciones en los riñones y en el corazón vinculadas a la diabetes tipo 2.

Secco, remarcó que: “Aunque los pacientes dijeron conocer las complicaciones más severas -como las cardiovasculares y renales-, no les prestan la misma atención que a las visibles, como los problemas de visión y el hormigueo en las extremidades. Es fundamental que se sumen nuevas drogas como Finerenona para contener los daños renales y cardiológicos”. Pero aclaró que “el estilo de vida en las personas con diabetes -que tiene que ver con un plan alimentario bajo en sodio, un buen control metabólico y una actividad física regular-, sigue siendo una herramienta valiosísima para la prevención”.

Marina Papaginovic, vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Nefrología (MN 118.001) sostuvo que la enfermedad renal crónica “es un problema de salud pública a nivel mundial que afecta a una alta cantidad de la población”.

Y siguió: “Se estima que afecta a 1 de cada 10 adultos y recientemente se ha considerado una epidemia silenciosa, ya que el riñón no presenta síntomas o signos de enfermedad hasta que es demasiado tarde. La enfermedad renal crónica está relacionada principalmente con la diabetes y la hipertensión. Se espera que la enfermedad renal sea la tercera causa de muerte mundial para el año 2050. El número de pacientes que necesitarán tratamiento de reemplazo renal está aumentando constantemente, lo que plantea desafíos económicos para los sistemas de salud. En Argentina, más de la mitad de los pacientes con enfermedad renal no lo saben. Es importante realizar pruebas de detección temprana y mejorar la conciencia sobre la enfermedad renal para mejorar los resultados y prevenir la progresión a etapas terminales de la enfermedad.”

“En Argentina 1 de cada 8 personas adultas padece algún grado de ERC que equivale a más de 5 millones de argentinos y se estima que más de la mitad no lo saben”, agregó la experta.

La ERC, sin tratamiento, puede ser mortal, y el desconocimiento es el principal enemigo de la salud renal, la prevención y el diagnóstico precoz. La prevalencia de ERC aumenta con la edad, siendo que 1 de cada 5 hombres y 1 de cada 4 mujeres de entre 65 y 75 años, y la mitad de los mayores de 75 años, padecen algún grado de deterioro de la función renal.

En los niños la enfermedad renal es menos frecuente, pero también se puede dar. A la fecha, aproximadamente un poco más de 30.000 pacientes se encuentran en Diálisis y 10.000 pacientes son trasplantados renales, según el “Registro Argentino de Diálisis Crónica y Trasplante”

“Determinar la salud renal de una persona es sencillo y económico. Solo un análisis de sangre con medición de la creatinina y un análisis de orina permiten llegar a un diagnóstico precoz de enfermedad renal, que sumado a la medición de la presión arterial y un sencillo examen de glucemia (azúcar en sangre) descarta las dos causas principales de ERC, como hipertensión arterial y diabetes”, agregó Papaginovic.

Carla Musso médica endocrinóloga de la Sociedad Argentina de Diabetes (MN 86.363) sostuvo por su parte: “Decimos que la enfermedad renal es una enfermedad silente porque básicamente no da síntomas y entonces el paciente no consulta y muchas veces el médico no solicita este análisis y por eso en muchos casos la vemos en su etapa terminal, donde el paciente tiene que entrar a diálisis, hemodiálisis o inclusive a un trasplante renal. La idea es poder hacer un diagnóstico temprano porque se pueden evitar todas estas complicaciones”.

En relación a la Finerenona, explicó que disminuye este proceso de inflamación y fibrosis. “Sabemos que el 50% de las personas con diabetes tienen enfermedad cardiovascular. Si podemos evitar su progresión y poder hacer prevención, realmente estaríamos evitando un deterioro muy importante en lo que es la calidad de vida del paciente. Debido a que la mayoría de las personas que sufren DT2 se enfocan más en los síntomas más evidentes, como el hormigueo en las extremidades, riesgo de amputaciones o problemas de visión, pueden pasar por alto el seguimiento de comorbilidades, tales como la Enfermedad Renal Crónica (ERC) o afecciones cardíacas”, remarcó Musso.

Y siguió: “La relación que hay entre la enfermedad renal y la enfermedad cardiovascular en las personas con diabetes, básicamente hay tres pilares. Un pilar es el metabólico, donde nosotros nos ocupamos del control de la diabetes y del control de la glucemia, el control de los lípidos, del colesterol, de los triglicéridos; un pilar hemodinámico y un pilar que tiene que ver con la inflamación y la fibrosis. La finerenona interviene en la nefropatía diabética. Actúa sobre los mecanismos de inflamación y fibrosis, por lo que también podemos hacer prevención cardio-renal”.

“Esta molécula es un complemento de la medicación específica utilizada en pacientes con diabetes para el control de factores metabólicos y hemodinámicos. No es un reemplazo. “Las otras drogas disponibles no actuaban contra la inflamación y la fibrosis”, cerró la experta.

 

 

Te puede interesar
Lo más visto