De cara a las elecciones, el bloquismo juega su propio partido: apellidos ilustres, boleta propia o alianza con Orrego

El partido de la estrella, tras romper con el PJ, baraja sus cartas para las legislativas 2025. Evalúa postular nombres con peso simbólico o sumarse a un frente con Producción y Trabajo. La conversación clave con Orrego aún no ocurrió, pero se insinúa en cada movimiento.

Política04/04/2025

luis rueda

Por primera vez en más de dos décadas, el bloquismo sanjuanino se prepara para unas elecciones sin el paraguas del justicialismo. La ruptura con el PJ no es una herida reciente, sino un divorcio definitivo que ahora empuja al partido fundado por los hermanos Cantoni a definir su lugar en el nuevo tablero político de la provincia. Y en ese tablero, el tiempo apremia.

Con las elecciones legislativas nacionales en el horizonte, el partido que preside Luis Rueda trabaja a dos bandas: definir si competirá con boleta propia –algo que no hace desde 2003– o si logrará integrar una alianza con el oficialismo provincial que lidera Marcelo Orrego. El segundo escenario, según confiaron desde la cúpula bloquista, es el más deseado. Pero aún no está cerrado.

La pieza clave en ese posible acuerdo es Fabián Martín, vicegobernador y nexo político entre el Ejecutivo y los bloques parlamentarios. Fue él quien recibió un aviso de Rueda antes de la reunión del Comité Central que el partido celebró el pasado 28 de marzo. Allí se comenzó a definir la estrategia electoral y se dio luz verde para que los aspirantes empiecen a mostrarse. Porque si algo tiene el bloquismo, además de estructura territorial, es linaje político.

Entre los primeros en moverse figura Leopoldo “Polito” Bravo, nieto de Don Leopoldo, heredero de una marca registrada en la historia política sanjuanina. También apareció el nombre de Eduardo “Eduardito” Bazán Agrás, hijo de uno de los hombres de confianza del propio Don Leopoldo y con lazos con figuras del orreguismo, como Enrique Conti. Y como si eso fuera poco, se sumó Pedro Rizo, ex funcionario cantonista, con una trayectoria que incluye paso por la Justicia de Paz y la presidencia del Concejo Deliberante capitalino. Su hijo, Federico Rizo, ocupa hoy una banca en la Legislatura, gracias a una jugada que le permitió al bloquismo consolidar un cuarto escaño.

Estos nombres no son anecdóticos: representan peso específico dentro del partido y funcionan como carta de presentación si el diálogo con Orrego avanza. Porque más allá de la buena sintonía parlamentaria –el acompañamiento bloquista al RIGI fue decisivo para el oficialismo–, convertir esa armonía en una lista compartida de diputados nacionales exige algo más que guiños: requiere negociación fina y proyección conjunta hacia 2027.

El escenario es complejo. La boleta de diputados nacionales solo permite tres titulares y tres suplentes. Producción y Trabajo, como fuerza gobernante, se reservaría el primer lugar, probablemente para Juan José Orrego. Al bloquismo, si se suma, le correspondería el segundo puesto, que por lógica de cupo debería ser para una mujer. Aún no hay nombres en firme para ese lugar.

Otra variable que condiciona la estrategia bloquista es su posicionamiento frente a las otras grandes fuerzas en pugna. Con el PJ, aseguran en el partido de la estrella, "no hay nada más que hablar". Y con La Libertad Avanza hay resistencias internas, tanto por formas como por fondo. Milei no seduce a los históricos del bloquismo. En cambio, Orrego representa una figura más compatible con la tradición autonomista y con una agenda que pone el acento en “los intereses de los sanjuaninos”, una bandera clásica del bloquismo.

Aún así, las definiciones se tomarán más cerca del cierre de listas, previsto para el 17 de agosto. Hasta entonces, el partido mantendrá activa su doble estrategia: construir músculo propio mientras explora una alianza que le permita seguir jugando en las grandes ligas. Porque si algo distingue al bloquismo, es su olfato para estar donde se decide el poder.

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