La CGT de San Juan rompe la tregua y se suma al paro nacional contra Milei

Eduardo Cabello deja atrás la cautela y, junto a gremios clave como UPCN y posiblemente los docentes, se prepara para un paro general que marcará un giro en la relación con el Gobierno nacional y también impactará en la gestión de Orrego.

Política02/04/2025

uñac cabello cgt

Hasta hace no mucho, Eduardo Cabello, el histórico líder de la CGT Regional San Juan, evitaba cualquier tentación de confrontación directa con el gobierno de Javier Milei. El temor no era menor: convocar a un paro sin respaldo social visible podía terminar con la dirigencia sindical expuesta y deslegitimada. Pero algo cambió. El escenario político-económico dejó de ser favorable para el oficialismo nacional, y eso abrió una ventana para que la central obrera comience a desplegar su plan de lucha.

El próximo miércoles, en una señal clara del nuevo clima sindical, la CGT local acompañará a los jubilados en su marcha semanal al Congreso. Y al día siguiente, el jueves 10 de abril, se plegará al paro nacional convocado por la CGT a nivel país. Será una jornada sin actividad en múltiples sectores, aunque con algunas excepciones por conciliaciones obligatorias vigentes, como en el caso del transporte.

El giro de Cabello no es aislado. A su lado aparece hoy José “Pepe” Villa, titular de UPCN, con quien ha tenido vaivenes en el pasado. La coincidencia entre ambos revela el grado de tensión acumulada y la necesidad compartida de expresar el malestar que ya no se puede contener solo con gestos diplomáticos.

El deterioro del blindaje político de Milei –ese que parecía inexpugnable hace unos meses– es clave en esta transformación. La escalada inflacionaria, el impacto del ajuste en jubilados, estudiantes, sectores vulnerables y el malestar generalizado entre los trabajadores fueron haciendo crujir la imagen del “León”. Los líderes sindicales, siempre atentos al termómetro social, entendieron que el momento de la ofensiva había llegado.

A nivel local, el paro no solo apunta a la Nación. También pone a prueba la estrategia del gobernador Marcelo Orrego, quien podría verse afectado si el reclamo se traslada a servicios clave como la educación o el transporte. Aunque la relación entre la CGT y el orreguismo ha sido hasta ahora cordial, el trasfondo político peronista de la dirigencia gremial pesa, sobre todo cuando las demandas tienen como objetivo central frenar las consecuencias del ajuste.

En este contexto, la adhesión de los gremios docentes aparece como una incógnita con potencial de impacto. UDA, integrante de la CGT, está alcanzado por una conciliación obligatoria dictada por el subsecretario de Trabajo, Franco Marchese, pero podría ser la primera en abrir el camino. Si eso ocurre, AMET y UDAP podrían verse obligados a definir su postura, elevando el costo político del conflicto.

Así, la protesta del 10 de abril no será solo una expresión de rechazo al modelo de ajuste de Milei, sino también un test para la capacidad de respuesta de los gobernadores aliados. El “paso a paso” del que hablan en voz baja algunos referentes sindicales empieza a tomar velocidad. Y la CGT San Juan, con Cabello al frente, ya no se queda en el banco: sale a jugar.

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