Villa Centenario, el barrio que llora por el crimen de Umma y vive con miedo por “quién va a ser el próximo”

El brutal asesinato de Umma Aguillera destapó una olla de inseguridad en el que años atrás supo ser un barrio tranquillo y donde un hecho delictivo era una novedad. TN recorrió sus calles y hablo con los vecinos.

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Hace tiempo que el barrio Villa Centenario de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora dejó de ser el lugar tranquilo que años atrás lo caracterizaba. Los vecinos denuncian que desde zonas aledañas llegan delincuentes para robar lo que encuentren a mano: desde celulares y bicicletas hasta la vida de sus víctimas.


El brutal crimen de Umma Aguilera destapó una olla que hace rato viene perdiendo por todos lados. La nena de 9 años, hija de dos policías federales, estaba en el auto familiar saliendo de su vivienda, ubicada sobre la calle Pio Baroja, cuando un grupo de delincuentes que se trasladaba en un Toyota Corolla negro los interceptó, quiso robarles y al no lograr su cometido, uno de los asaltantes disparó.

La pequeña viajaba en el asiento trasero y recibió el impacto del arma de fuego. Poco después fue trasladada al hospital Gandulfo y posteriormente al Churruca, pero, por las graves heridas, murió.

Su brutal asesinato, ahora, dejó al descubierto la inseguridad con la que día a día viven los vecinos del barrio, quienes denuncian que la zona está liberada, que hay falta de patrulleros en las calles y continuos hechos de inseguridad que, pese a que muchos quedan registrados por las cámaras de seguridad que ellos mismos instalan, nunca hay detenidos.

Apenas a seis cuadras de donde ocurrió el crimen de Umma, hace cinco días atrás, en la intersección de las calles Martín Rodríguez y Pérez Galdós asaltaron a un conductor de Uber, identificado como Enrique Carlos Pohl, de 40 años. Le dispararon en la cabeza, lo dejaron gravemente herido y escaparon.

Eliana, quien tiene un almacén y vive en frente de la casa de Umma, dio testimonio a esta cronista acerca de cómo vive el día a día en la zona. Ella, según detalló, alcanzó a escuchar los disparos que terminaron con la vida de la pequeña. “Cuando salí ella estaba tirada en el piso, el papá estaba tirado con ella gritando, pidiendo una ambulancia y hablándole para que no se duerma. Un patrullero llegó a los cinco minutos y la ambulancia tardó un poco más. Después se la llevaron, pero fue todo una locura”, relató.

“Yo tenía que ir al médico y estaba a punto de salir cuando pasó todo. Ellos venían a comprar siempre acá, vos escuchás estas cosas y pensás que en cualquier momento te puede pasar a vos”, lamentó.

También contó que hace tiempo viene pensando en poner rejas y atender detrás de ellas. “A partir de las 20 se escuchan motos constantemente y atendemos con las puertas abiertas, pero es un peligro y no sabes cuándo te puede pasar. Nosotros atendemos a la noche, pero antes rezamos tres padre nuestro y esperamos que no nos toque”, lamentó.

Hace algunos días, Daiana Fleitas, una vecina del barrio, presenció un robo a metros de ella. “Yo salía para tomar el colectivo y en Bolonia y Falleres escuché una moto. Cuando me di vuelta veo que a una chica le robaron el celular. No conformes, volvieron y le robaron la mochila. Eran dos en una moto roja. Apareció un policía que los empezó a correr. Yo tiré el teléfono para adentro de una casa y por miedo con un hombre nos metimos en la casa de una señora que nos dejó entrar”, precisó a TN.

Poco días después, según contó, su papá salió para ir a trabajar y se encontró con las puertas del auto abiertas. Habían intentado llevarse la batería del vehículo, que se encontraba en el patio de su domicilio, sin éxito.

Los robos ya dejaron de ser los hechos aislados que, según precisan quienes viven hace años en Villa Centenario, antes consternaban al escucharse. Ahora, día a día decenas de vecinos comparten en redes sociales los hechos de inseguridad que viven. Muchos de ellos hasta con videos. Inclusive los vecinos crearon un multitudinario grupo de Facebook, Lomas Conectado, que está conformado para constantemente compartir alertas sobre asaltos.

Rosa, que vive hace 50 años en el barrio, tiene un pet shop a metros de donde ocurrió el crimen de Umma y mantiene las puertas cerradas para los desconocidos. “Atiendo por la ventanita, por las dudas”, explicó a TN. Además, contó que conoce a María, la mamá de la nena, de toda la vida porque ella jugaba en el barrio con su hija y lamentó el brutal asesinato.

Sandra tiene una tienda de regalos que abrió hace seis meses sobre la calle Gabriel Miró, a la vuelta de donde vive la familia Aguilera, y por la tarde lo atienden sus hijos adolescentes. “Cuando están ellos cerramos y atienden solo por la ventana, tienen prohibido abrir la puerta”, sostuvo.

También contó que vive a unas cuadras del lugar y que sufrió varios robos. “Vas a la parada del colectivo con miedo, ya me robaron varias veces así y por las noches escuchas constantemente tiros y motos acelerando. Es lamentable, pero es normal esa situación”, señaló y sumó que a la hora de cerrar el negocio se turnan para controlar a su alrededor mientras otro baja la persiana.

Otra comerciante de la zona, Paola, que tiene una verdulería a media cuadra de la casa de la nena asesinada, detalló a este medio que los hechos de inseguridad son constantes. “Sobre París viven robando. Hace una semana le robaron el celular a mi sobrino cuando estaba volviendo a su casa, unos días antes una moto paró y les robó los celulares a los chicos que estaban en la vereda”, explicó.

Además, aseguró que el asalto por parte de delincuentes en moto es algo que sus propios clientes le viven contando y que ella misma sufrió un robo hace un año.

La semana pasada otro hombre de 38 años, identificado como Gustavo Cesar Benítez, fue baleado durante un robo. Los delincuentes lo interceptaron en las calles Puerto Argentino y Mario Bravo cuando salía de la casa de su suegra.

Allí le exigieron las llaves de su camioneta Toyota Hilux gris y como el hombre se resistió le dispararon en el pómulo. La víctima fue rápidamente trasladada al hospital de Llavallol, donde recibió atención médica y fue sometido a una intervención quirúrgica.

Con respecto a los asaltantes, tras una persecución policial, uno de ellos quedó detenido.

Entre robos a mano armada, rejas y constantes y extremos cuidados, los vecinos de Villa Centenario intentan sobrevivir día a día en un barrio que hoy llora la pérdida de una nena de tan solo 9 años.

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