De Guzmán a Massa: los precios de los bonos reflejaron la tensión por la crisis dentro del Gobierno

A un mes de la renuncia de Guzmán, los bonos en dólares no llegan a recuperar los valores de junio. Pero en las últimas dos semanas, desde que empezó a sonar fuerte el nombre de Massa, rebotaron 13% y el riesgo país bajó 500 puntos

Economía 04 de agosto de 2022 sanjuanhoy sanjuanhoy

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Transcurrió un mes desde la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía y mucha agua pasó bajo el puente. Su sucesora, Silvina Batakis, permaneció menos de un mes en el cargo y ahora todas las fichas están puestas en las iniciativas que Sergio Massa y su equipo concreten en materia económica y financiera.

La inestabilidad en plano institucional tuvo su correlato en la valuación de los bonos de la deuda pública, pues estos instrumentos son un puntal del financiamiento del Gobierno y la evolución de sus precios y tasas de retorno pone de manifiesto el grado de confianza que los agentes del mercado le tienen al Gobierno.

 Los bonos Globales, que salieron al mercado con el canje de deuda de 2020, fueron emitidos con legislación de Nueva York y son la referencia de la deuda argentina en el mundo.

Estos títulos tocaron su precio más bajo desde la salida a cotización hace poco menos de dos años en la tercera semana de julio. Algunos papeles como los Globales 2035 (GD35) y 2046 (GD46) llegaron a pagarse debajo de los USD 18 y momentáneamente todo el menú de estos títulos públicos llegaron a marcar un promedio inferior a los USD 20, precios propios de un país en default, con tasas de retorno que llegaron a superar el 40% anual en dólares, incluso superiores a las de la deuda de Ucrania, país que hace seis meses sufre la invasión rusa.

Hoy, los bonos Globales cotizan en un rango de 22 a 26 dólares, con tasas internas de retorno en un rango del 22% al 38% anual en dólares. El repunte de estos títulos en las últimas dos semanas, cuando empezó a sonar fuerte el nombre de Massa como jefe de Economía, alcanzó el 13% en promedio, aunque todavía no llegaron a los valores precios a la renuncia de Guzmán.

En ese sentido, el riesgo país de JP Morgan, que mide el diferencial de tasas de los bonos del Tesoro de los EEUU con similares emisiones emergentes marcaba los 2.374 puntos antes de la renuncia de Guzmán, llegó a rozar los 3.000 puntos el 22 de julio -con un máximo intradiario de 2.976 unidades-, en el momento más duro para las expectativas económicas para el Gobierno, y retrocedió a la zona de los 2.435 puntos con el desembarco de Massa como “superministro” del Gabinete nacional.

“La plaza local queda a la espera de que Sergio Massa asuma como titular del Ministerio de Economía, Agricultura y Producción y que anuncie las medidas económicas para los próximos diez días, lo que llevará al mercado a demostrar en la variación de sus cotizaciones, cuánta confianza puede haber en las políticas económicas”, explicó Gissela Avenia, analista de Rava Bursátil.

Diferente fue lo acontecido con los bonos en pesos. Hay que recordar que estas emisiones son ahora una fuente de financiamiento casi excluyente para el Gobierno, al estar cerrado el mercado internacional. Cuando en junio se dio un intenso desarme de posiciones en deuda CER en manos de fondos privados, fue el Banco Central, con operaciones de compra de títulos en el mercado secundario el que sostuvo las valuaciones.

Así, con un mercado de bonos en pesos intervenido, el descalabro político por la salida de Guzmán y el débil derrotero de Batakis no se reflejó en los precios y paridades de los bonos del Tesoro.

Los expertos de Portfolio Personal Inversiones señalaron que “julio fue un mes satisfactorio para la deuda del Tesoro en pesos. Sin embargo, esta recuperación no fue gratis. Lejos de provenir de una mejora genuina en las condiciones de mercado, el rebote de la deuda en pesos se basó en la gran intervención del BCRA en el mercado secundario, emitiendo pesos para sostener las cotizaciones del mercado local”.

“En nuestra opinión, el Gobierno eligió mitigar el riesgo de roll-over a costa de aumentar la brecha cambiaria, ponerle más presión a la inflación, y, por lo tanto incrementar el riesgo país. Paradójicamente, consideramos que tras las voluminosas intervenciones del BCRA, el riesgo de los bonos del Tesoro per sé cayó notablemente”, agregaron desde Portfolio Personal. “Creemos que la evolución de la deuda en pesos, y la vuelta de una mayor participación genuina, dependerá de las medidas que tome el nuevo equipo económico. Sin reducción del déficit fiscal, el programa financiero volverá a tornarse cuesta arriba, implicando una mayor monetización del déficit”, concluyeron.

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