Paolo Orlando y Hermes Rodríguez: el ritual de fin de año que nació de una anécdota

Hace 21 años, un episodio inesperado en la Plaza 25 dio origen a una tradición que simboliza amistad, humor y constancia.

Locales

Captura de pantalla 2024-12-29 134843

Cada fin de año, la Plaza 25 de Mayo es testigo de un ritual protagonizado por dos personalidades conocidas de la provincia: Hermes Rodríguez, empresario y presidente de la Cámara de Comercio, y Paolo Orlando, periodista y propietario de FM del Sol. ¿El motivo? Una tradición que, a simple vista, puede parecer trivial, pero que esconde una historia cargada de humor, amistad y constancia.

Todo comenzó hace 21 años, un 31 de diciembre de 2003, cuando Rodríguez y Orlando, junto a un tercero, decidieron compartir un paquete de jamón crudo en uno de los bancos de la plaza. El detalle anecdótico es que ese jamón no era cualquier jamón: se trataba del encargo que Rodríguez debía llevar a su casa para la cena de fin de año. Al llegar con las manos vacías, Rodríguez tuvo que dar explicaciones a su familia, señalando entre risas y resignación a sus amigos como los responsables del inesperado festín.

Según contó Paolo Orlando en sus redes, ese episodio fortaleció una amistad que ambos califican como especial. Desde entonces, cada fin de año se reúnen en el mismo lugar, a la misma hora, para comer sándwiches de jamón crudo, brindar por lo que pasó y augurar lo mejor para el futuro.

A lo largo de los años, este ritual sumó participantes ocasionales, como el exgobernador José Luis Gioja, quien no dejó pasar la oportunidad de degustar un sándwich en una de estas reuniones, y otras figuras destacadas que se unieron a la celebración.

En este 2024, la tradición tuvo un giro especial. Aprovechando la coincidencia con el cumpleaños de Rodríguez el 26 de diciembre, Orlando decidió resarcir el “atentado gastronómico” de hace 21 años y reponer el paquete de jamón que desencadenó esta peculiar costumbre. Según los protagonistas, más allá del gesto, el verdadero valor del ritual radica en la constancia y en el significado que tiene para ambos cerrar el año juntos.

“Ser constantes es clave en todos los aspectos de la vida”, reflexionó Rodríguez durante el encuentro. Orlando, por su parte, destacó que este ritual representa mucho más que un simple acto: simboliza la importancia de la amistad y el respeto mutuo.

Así, entre sándwiches, recuerdos y anécdotas, Hermes Rodríguez y Paolo Orlando vuelven a renovar una tradición que, para ellos, ya se convirtió en una marca personal y un ejemplo de cómo la sencillez puede sellar grandes vínculos.

Te puede interesar
Lo más visto