Plantas carnívoras: las depredadoras de la naturaleza que podés cultivar en casa

Las plantas carnívoras son unas de las especies más intrigantes del reino vegetal. Son conocidas por su capacidad para atrapar y digerir insectos y otros pequeños organismos para obtener nutrientes adicionales, ya que a menudo crecen en suelos pobres en nutrientes.

En TN, el especialista en jardinería Felipe Castro explicó algunos datos interesantes sobre las distintas especies y cómo podemos hacer para cuidarlas en nuestras casas.

Cuáles son las variedades de plantas carnívoras que podemos cultivar en casa
Existen distintas especies que pueden criarse sin mucha dificultad, las más populares son la Venus atrapamoscas (Dionaea muscipula), la planta jarro (Sarracenia) y el rocío de sol (Drosera).

Qué cuidados se deben tener para cuidar plantas carnívoras
Luz

Las plantas carnívoras necesitan una cantidad adecuada de luz para prosperar en un entorno doméstico. En general, la mayoría de las plantas carnívoras prefieren luz brillante a luz solar directa.

Esto puede incluir ubicaciones cerca de ventanas, donde la luz del sol sea filtrada a través de cortinas o persianas durante el día.

Suelo
Las plantas carnívoras requieren un sustrato especializado que sea bajo en nutrientes y retenga la humedad adecuada. Este tipo de sustrato imita las condiciones de crecimiento de estas plantas en la naturaleza, donde a menudo se encuentran en suelos pobres en nutrientes.

El tipo de suelo ideal para cultivar a estas fascinantes plantas se compone de una combinación de musgo sphagnum, arena de sílice, perlita, turba rubia y agua sin minerales.

Riego

El riego de las plantas carnívoras es un aspecto crucial de su cuidado, ya que estas plantas tienen necesidades específicas debido a su adaptación a suelos pobres en nutrientes.

Al ser sensibles a los minerales y nutrientes presentes en el agua, se debe evitar el uso de agua del grifo o agua mineral para regarlas. En su lugar, es aconsejable emplear agua destilada, agua de lluvia o agua desionizada.

El riego debe ser por inmersión, es decir, colocar la maceta en un recipiente con agua destilada durante unos minutos o hasta que el sustrato esté completamente saturado. Luego, se debe retirar la maceta y permitir que el exceso de agua escurra.

Alimentación

Cuando se cultivan en interiores, pueden tener dificultades para obtener suficientes nutrientes a través de la fotosíntesis sola, por lo que es importante proporcionarles alimentación adicional de manera ocasional.

En tal sentido, la recomendación es que si se las tiene en el interior se le puede dar pequeños insectos muertos o suplementos alimenticios especialmente formulados para plantas carnívoras.