“Que Dios lo ayude”: el mensaje de la hija de Yanina Pérez tras la condena al femicida

Con una mezcla de dolor, firmeza y dignidad, la hija de Yanina Pérez se pronunció públicamente luego de que la Justicia condenara a prisión perpetua al hombre que asesinó a su madre. El fallo fue recibido con alivio por la familia, que durante años luchó por justicia.

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El femicidio de Yanina Pérez marcó un antes y un después en la lucha contra la violencia de género en San Juan. Este jueves, el sistema judicial provincial dictó prisión perpetua para el autor del crimen, un hombre que había mantenido una relación con la víctima y que fue hallado culpable de haberla asesinado con brutalidad. La sentencia fue celebrada por familiares, organizaciones feministas y vecinos que acompañaron el proceso desde el primer día.

Pero fue la voz de su hija la que resonó con más fuerza tras conocerse el fallo. En un mensaje breve pero cargado de significado, la joven expresó: “Que Dios lo ayude, porque nosotros ya no podemos hacer nada más por él”. La frase, lejos de ser una expresión de odio, reflejó el cierre de un ciclo de dolor, lucha y resistencia que la familia atravesó desde el momento en que Yanina fue asesinada.

Durante el juicio, que se desarrolló bajo el sistema de Flagrancia, se presentaron pruebas contundentes: pericias forenses, testimonios de allegados, registros de denuncias previas y elementos que confirmaban el historial de violencia del acusado. El tribunal consideró que no había lugar para atenuantes y que la pena debía ser ejemplar, tanto por la gravedad del hecho como por la actitud del imputado, quien se mostró frío y desafiante durante las audiencias.

La hija de Yanina, que estuvo presente en cada instancia judicial, se convirtió en una figura de referencia para quienes atraviesan situaciones similares. Su mensaje no solo fue una reacción al fallo, sino también una declaración de principios: “Nosotros hicimos lo que teníamos que hacer. Lo que corresponde. Ahora que la Justicia habló, que sea Dios quien se encargue de él”.

El crimen ocurrió en el contexto de una relación marcada por la violencia y el sometimiento. Yanina había denunciado previamente a su agresor, pero las medidas de protección no fueron suficientes. El día del asesinato, el hombre irrumpió en su domicilio y la atacó con extrema violencia, dejando una escena que estremeció incluso a los investigadores.

La condena a prisión perpetua no contempla beneficios, salidas transitorias ni reducción de pena. El femicida deberá cumplir la totalidad de la sentencia en el Servicio Penitenciario Provincial. Para la familia de Yanina, esto representa una forma de reparación, aunque saben que el dolor no desaparece con un fallo judicial.

Organizaciones feministas que acompañaron el proceso destacaron la valentía de la hija de Yanina y el compromiso de la familia en la búsqueda de justicia. “Es un ejemplo de cómo el dolor puede transformarse en fuerza. Su mensaje es profundamente humano y nos recuerda que detrás de cada femicidio hay vidas que siguen luchando”, expresó una referente del colectivo Ni Una Menos San Juan.

El caso de Yanina Pérez se suma a una larga lista de femicidios que han sacudido a la provincia en los últimos años. La condena marca un precedente judicial, pero también deja al descubierto la necesidad de reforzar los mecanismos de prevención, protección y acompañamiento para mujeres en situación de riesgo.

La hija de Yanina, con su frase serena y contundente, cerró una etapa. Pero su voz seguirá resonando como símbolo de justicia, memoria y dignidad.

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