El caso del "Loan sanjuanino": una madre lleva 22 años buscando a su hijo desaparecido

Antonia Molina, la madre sanjuanina revivió su dolor con el caso similar al de Corrientes.

Locales 30/06/2024

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Foto: cortesía

Hace 22 años, en un pequeño pasillo de tierra en Villa Santa Rosa, San Juan, Antonia Molina vio a su hijo Sergio por última vez. En aquel entonces, el niño de 13 años jugaba despreocupadamente cerca de una acequia. Hoy, ese dolor aún persiste y se intensifica al conocer un caso reciente en Corrientes, donde otra familia atraviesa una situación similar.

El 11 de agosto de 2002, Sergio desapareció mientras jugaba solo detrás de su casa, rodeado de una plantación de ciruelas. Antonia recuerda cómo, esa tarde, Sergio le había dicho que sería el último en bañarse. Después de terminar con sus otros hijos, salió a buscarlo, pero Sergio ya no estaba.

"Cuando terminé de bañar a los niños, salí a buscarlo. Le grité 'Sergio', pero él ya no me contestó", relató Antonia en diálogo con el diario Tiempo. Sergio era un niño activo, conocido en el barrio por hacer changas y ayudar en casa. Su desaparición conmocionó a todos, pero para Antonia, la inquietud comenzó temprano. Decidió regresar pronto de un festejo del Día del Niño, sintiendo que algo no estaba bien.

La búsqueda fue extensa pero infructuosa. La familia, sin medios de transporte adecuados, tuvo que esperar a que llegara el padre para denunciar la desaparición. Inicialmente, la policía se negó a tomar la denuncia, argumentando que debían esperar entre 48 y 72 horas. Finalmente, comenzaron a buscar, pero ya era tarde.

Antonia, una madre dedicada a sus 12 hijos, fue objeto de sospechas y acusaciones injustas. "Me dolió que me juzgaran, me dolió que digan que yo presuntamente lo maté y lo tiré a un pozo. Cómo podría hacer eso con mi propia sangre", expresa con tristeza.

La investigación se estancó rápidamente. Solo se encontró una zapatilla cerca del río, que nunca fue peritada adecuadamente. Antonia recibió rumores sobre la posible implicación de personas poderosas, pero la investigación nunca avanzó. En 2019, un joven apareció afirmando ser Sergio, pero resultó ser un engaño cruel.

La lucha de Antonia no ha cesado. "Nunca vamos a dejar de buscarlo, de esperarlo. Todos los días le pido a Dios cuando me levanto que me tenga noticias. Cuando me acuesto le pido con la Biblia en la mano que no me cierre los ojos hasta no saber qué pasó con mi hijo", suplica.

A pesar de perder a otra hija en un accidente doméstico en 2019, Antonia sigue adelante. Su fortaleza y esperanza son un faro de resistencia, mientras continúa buscando la verdad sobre el destino de su hijo Sergio, esperando algún día encontrar respuestas y cerrar este doloroso capítulo de su vida.

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