Ejecutaron a una familia a la salida de una fiesta en las afueras de Rosario

Un brutal triple crimen ocurrió esta madrugada a las afueras de la ciudad de Rosario. Una familia que regresaba de una fiesta en un barrio privado en auto fue interceptada por una camioneta que comenzó una ráfaga de tiros y asesinó a un padre y a su hija en la ruta. Más tarde, los investigadores encontraron calcinado el auto en el que se trasladaban y en el interior el cadáver de una mujer, quien aparentemente sería la pareja de hombre, que había sido atacada junto a las víctimas.

Según las primeras informaciones a las que accedió Infobae, el triple crimen ocurrió esta madrugada cuando Maximiliano Giménez, de 33 años, junto a su hija Elena y una mujer identificada como Erika Vanesa Romero, se retiraron de una fiesta en el barrio cerrado Campos de Ibarlucea, ubicado sobre la ruta 34 y la calle 25 de mayo, en la localidad de Ibarlucea, a unas tres horas de Rosario.

En ese momento, a bordo de un Audi TT blanco conducido aparentemente por Romero, una camioneta Amarok color gris los interceptó camino a Rosario. Las víctimas intentaron regresar hacia el barrio cerrado, pero desde la Amarok comenzaron a dispararles hiriendo de muerte a Giménez y a su hija.

Tras el ataque, Romero logró llegar hasta la fiesta. Allí, trasladaron a las víctimas en otra camioneta Amarok blanca hasta el hospital Eva Perón. Según indicaron las fuentes del caso, Romero siguió a la Amaraok a bordo de su Audi TT.

Una vez dentro del hospital, los médicos les comunicaron que Giménez y su hija había muerto debido a las heridas de bala que habían recibido. Luego, el conductor de la Amarok se retiró y Romero también.

En el hospital dieron aviso a la Policía que comenzó a reconstruir lo ocurrido. Mientras hacían recorridos preliminares para saber lo que había ocurrido, los investigadores hallaron el Audi TT blanco calcinado sobre la calle Urquiza y un camino rural: en el interior aparentemente se encontró el cadáver de una mujer que sería Romero.

El caso quedó manos del fiscal Gastón Avila, quien envió a la Policía Científica a la escena y secuestró nueve vainas servidas de calibre 9mm. También, envió a la morgue el cuerpo encontrado dentro del Audi para identificarlo mientras reconstruye lo ocurrido.