Se trata de Facundo Zaeta, un joven de 19 años, que pertenece a una adinerada familia de El Calafate. El joven mantenía una relación íntima con la víctima desde hacía tres semanas. "Se estaban conociendo", afirmaron en el entorno del muchacho que es el único que tiene antecedentes.

Zaeta es nieto de un antiguo escribano de la turística localidad, tenía problemas con las drogas y una causa federal por narcomenudeo, luego de que el 8 de octubre del año pasado se lo sorprendiera dentro de un volskwagen Bora con 45 dosis de LSD, marihuana y unos 20 mil pesos.

Su hermano, Joaquín, es un poco mayor y fue detenido cuando intentó fugarse al ver la Policía en su vivienda.

En su camioneta le encontraron sábanas con sangre y otros elementos que lo involucran en el crimen.

Facundo Exequiel Gómez también pertenece a una familia conocida en El Calafate.

Su abuelo fue intendente de El Calafate y es primo segundo del actual jefe comunal de la ciudad, Javier Belloni.

Pedro Monzón es el menos conocido, es el único de los sospechosos que tiene defensor público y fue quién se quebró apenas lo detuvieron.

Su declaración ante el juez, el sábado por la mañana, permitió el hallazgo del cuerpo de Gutiérrez, en tanto que involucró en forma directa a los otros tres detenidos y focalizó la responsabilidad en Facundo Zaeta.

Lo poco que trascendió de la autopsia revela que Gutiérrez fue muerto con saña y que más de una persona participó de su muerte, mientras se observó un golpe contundente en su cráneo, y en uno de sus ojos.

Coincidiendo con el relato de Monzón, Gutiérrez tenía un corte profundo en el cuello realizado con un cuchillo "tipo tramontina", al igual que otros puntazos en distintas partes de su cuerpo.

El único que declaró habría asegurado que fue Zaeta quién lo degolló.

El juez se inclina a una situación pasional y un robo que "se fue de las manos".

Espera el resultado del examen toxicológico, tanto de la víctima como de los cuatro detenidos para saber si, al momento del crímen, el consumo de drogas estaba presente.

Narvarte lo primero que hizo fue rechazar cualquier vinculación política.

El abogado querellante en representación de la familia de la víctima, también lo descartó. "No descartamos ninguna línea de investigación pero los indicios que hay entendemos que no tienen nada que ver con su anterior vinculación a la ex Presidenta" sostuvo Gabriel Giordano.

"Estamos atentos a cómo evoluciona la causa", y enfatizó que se debe "dejar actuar a la Justicia" indicó el letrado y pidió cautela al respecto.

De todas maneras esperan que la causa se caratule como "homicidio calificado con premeditación".

Ellos entienden que hubo una planificación previa de parte de los involucrados que terminó con la muerte de Gutiérrez.