Según la información proporcionada por las autoridades de salud, el cuadro del paciente que contrajo coronavirus por contacto estrecho con la médica infectada, tiene un cuadro de salud delicado y se viven "horas críticas".

El profesional es inmunocomprometido y padece plaquetopenia (tiene un recuento de plaquetas inferior al normal), un escenario previo que complica a un paciente con coronavirus. A esto se le suma una neumonía bilateral y está con asistencia respiratoria mecánica. 

El equipo de médicos que lo está tratando decidió avanzar con una técnica incipiente pero con resultados buenos: inyectarle plasma de un paciente recuperado de Covid-19.

Las personas que se han recuperado de la COVID-19 desarrollan en la sangre defensas naturales contra la enfermedad (anticuerpos), que se encuentran en el plasma de la sangre. Según los especialistas, puede utilizarse para producir dos preparados: el plasma de convaleciente, que es el que contiene estos anticuerpos; o la inmunoglobulina hiperinmune, que está más concentrada y, por lo tanto, contiene más anticuerpos.

El plasma de convaleciente y la inmunoglobulina hiperinmune se han empleado con éxito para tratar otros virus respiratorios. Estos tratamientos suelen tolerarse bien, pero pueden producirse efectos no deseados.