El tatuador, según informaron, realizaba sorteos de tatuajes mediante redes sociales, allí solicitaba las últimas tres cifras del DNI, y luego citaba a la ganadora para que asista a una dirección. Allí les pedía quitarse algunas prendas de ropa para realizar su trabajo.

En esta situación, comenzaba lo peor: por realizar el tatuaje mayor tamaño o utilizar más insumos, les pedía algo a cambio. Según fuentes policiales hubo abusos sexuales, desde manoseos hasta accesos carnales.

Debido a esta situación, aparecieron siete denuncias que hasta ayer recibieron en la subcomisaría de Médano de Oro, en el departamento Rawson, donde se inició la investigación por orden del juez de Instrucción Guillermo Adárvez.

Luego de recabar los primeras pruebas el magistrado ordenó detener al sujeto que operó en distintos domicilios de Capital, el último en una casa de calle Córdoba, detallaron.