El piloto portugués Paulo Gonçalves (Hero MotoSports) murió este domingo a los 40 años, tras accidentarse durante la séptima etapa del Rally Dakar, entre las ciudades de Riad y Wadi Al Dawasir (Arabia Saudita).

"Paulo Gonçalves, piloto de la moto Nº 8, fue víctima de una caída esta mañana, a la altura del km 276 de la especial del día. Alertados a las 10h08, la organización envió un helicóptero médico que aterrizó a las 10h16 en el lugar donde se encontraba el piloto, inconsciente, con un paro cardiorrespiratorio", indicó la organización del Dakar mediante un comunicado.

"Tras una tentativa de reanimación 'in situ', el piloto fue evacuado hacia el hospital de Layla donde, lamentablemente, se confirmó el fallecimiento", añadió la nota.

Uno de los pilotos que se detuvo a ayudar al motociclista accidentado fue el australiano Toby Price, último ganador del Dakar y tercero en la clasificación general de esta edición.

Price se encontraba entre los competidores que iban marcando los mejores tiempos del día en los primeros sectores de la etapa, pero optó por detenerse al encontrar a Gonçalves tendido en el camino.

El portugués disputaba su 13° Dakar. "Había debutado en el rally en 2006, terminando cuatro veces en el top 10 y logrando un brillante segundo puesto, por detrás de Marc Coma, en 2015. Proclamado campeón del mundo de rally todoterreno en 2013, Paulo Gonçalves ocupaba el 46º puesto de la clasificación general de la edición 2020 al término de la sexta etapa. Toda la caravana del Dakar quiere presentarle a su familia, amigos y allegados su más sentido pésame", concluye el texto.

El propio presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, lamentó la muerte del piloto: "Paulo Gonçalves murió intentando alcanzar el sueño de vencer una de las más duras y peligrosas pruebas de rally del mundo, en la cual fue siempre un dignísimo representante de Portugal, llegando a alcanzar el segundo lugar en 2015", sostiene el jefe de Estado en la página web de Presidencia.

Es la primera muerte de un participante en cinco años, pues el rally no registraba ninguna víctima moral desde 2015, cuando el motociclista polaco Michal Hernik falleció por deshidratación.