El pasado lunes por la tarde Alberto Fernández recibió en su despacho de Casa Rosada al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien está negociando con la oposición la aprobación de la reforma impositiva en la Legislatura provincial.

El encuentro sucedió a una reunión que Fernández mantuvo con el intendente de Lanús y ex ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, del PRO, uno de los intendentes clave en las tratativas con el peronismo para que salga la ley que promueve Kicillof.

También, otros representantes del gobierno bonaerense mantuvieron reuniones con referentes de la oposición, en La Plata, para avanzar en ese sentido y destrabar el proyecto de Ley Impositiva, que definirá los tributos que abonarán los bonaerenses durante este año.

Por su lado, Grindetti pasó en las primeras horas de la mañana por la Casa de Gobierno y consideró que “hay un espacio para llegar a un acuerdo” con Kicillof para aprobar la reforma, aunque adelantó que cuando se envía una iniciativa tributaria o un presupuesto a la Legislatura “no se puede pretender que salga tal como lo mandó”.

Tras ese encuentro estuvo con Fernández en el despacho presidencial durante aproximadamente quince minutos, en una reunión que fue considerada como “positiva”, por la intención de “trabajar en conjunto y colaborar mutuamente”, según voceros.