Julián Álvarez, goleador solidario: el día que sorprendió a su primer DT con un costoso regalo

El técnico de su infancia en el pueblo, el que le puso el apodo de “Araña”, necesitaba un vehículo para su trabajo y el goleador se la regaló.

Deportes - Fútbol 05 de diciembre de 2022 sanjuanhoy sanjuanhoy

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Cada uno de sus festejos, Julián Álvarez los corona con un gesto “Spider-man”: los dedos anular y mano doblados y apoyados sobre la palma de la mano, y el meñique, índice y pulgar, estirados. Así el goleador encontró su sello distintivo, casi “marketinero”, aunque en realidad homenajea a su origen, a Calchín, su pueblo, y en especial a su primer DT: Rafael Varas.

Fue el entrenador que le puso el apodo de “Araña” porque “cuando era chiquito corría tan rápido que parecía que tenía más de dos pies”, recordó el formador cordobés, que acompañó el crecimiento deportivo de Julián Álvarez desde los 4 años hasta los 13, un par antes de dejar su pueblo e irse a River. Pero siempre volvió, personalmente o a través de obsequios para su querido DT, a quien un día le regaló una camioneta para que pudiera usar en uno de los tres trabajos que tiene.

Ese gesto solidario del goleador conmovió hasta las lágrimas del DT, no solo porque le resolvió un problema laboral (la camioneta utilitaria la necesitaba para uno de sus trabajos, de repartidor) sino porque le dio la certeza de que aquel niño al que había conocido a los 4 años y tanto ayudó, se había convertido en un hombre agradecido.

Julián Álvarez, el goleador solidario que siempre está presente en Calchín
Volvía regularmente al pueblo (ubicado a poco más de 100 kilómetros de Córdoba capital) cuando estaba en River y ahora que se mudó a Manchester, lógicamente, es más complicado. Pero de un modo u otro, la presencia de Julián está entre los casi 3000 habitantes que tiene Calchín. Pueblo chico, ídolo grande, el goleador está vigente en cada charla entre vecinos del pueblo.

Aquel regalo de la camioneta fue hace dos años, cuando Julián supo a través de su papá que el DT de su infancia necesitaba un vehículo más grande para hacer el trabajo con el que complementa su vida: por la mañana es empleado municipal (es maquinista y está a cargo de manejar la pala mecánica de la comuna) y por la tarde vende y reparte alimentos en los negocios de Calchín. El auto (un Ford Ka cinco puertas) ya le quedaba chico y el Araña se dio el gusto de hacerle un gran regalo.

   

“Julián tuvo un gesto enorme en regalarme la camioneta. No lo esperaba, pero conociendo la persona que es, no esperaba menos”, dijo el DT, quien el día que recibió el obsequio no fue de manos del goleador de la Selección sino de su papá, Gustavo, quien lo llamó y le dijo que pasaría por su casa. Varas preparó el mate para recibir a Álvarez padre que llegó a los bocinazos con el utilitario, un Renault Kangoo: “Esta camioneta te la regala Julián”.

Si solo con eso ya era motivo suficiente para emocionarse, cuando llegó el momento del saludo, del otro lado del celular apareció el propio Julián para compartir ese momento a la distancia. “No me salía más que decirle gracias, me hizo llorar todo el sábado”, contó Varas, quien destacó que el gesto solidario del Araña no fue solo con él sino también con otra gente del pueblo, “porque compró el auto en una concesionaria de Calchín, el gestor que hizo los papeles es de Calchín… Ayudó a muchos”.

Hincha fanático de River, Rafael Varas tiene también una camiseta que le regaló Julián. Y admite que, si el Araña hubiese sido jugador de Boca, también habría aceptado gustoso la camiseta azul y amarilla, “cuando llega un regalo de alguien que querés tanto, los colores quedan postergados”, dijo. Y para que todos conozcan el origen del regalo, el DT puso una calco en la puerta trasera con una araña y la palabra “gracias”.

Del mismo modo, el futbolista le envió una casaca del Millonario firmada al Municipio de Calchín: el encargado de entregársela al intendente fue el papá del jugador, a quien en el pueblo conocen como Pululo Álvarez.

De todos modos, para el DT de la infancia del goleador, ya fue un gran regalo que Julián haya llegado a jugar en Primera. Y aunque más de una vez él recibe palabras de aliento y felicitaciones de la gente, por el solo hecho de haber sido el entrenador, tiene en claro que “todo es para Julián, esto lo genera él y su carrera la está construyendo él”.

Aunque, sin perder la modestia, Varas se cuelga una pequeña medalla, que va tanto para Julián como para todos los chicos que dirigió en su vida y que ninguno llegó futbolísticamente tan lejos como Álvarez. “Si algo les he dejado, es el respeto, estar siempre dispuestos a trabajar, ser responsables no sólo en el deporte, sino también en cualquier trabajo y en el estudio. Si no hay respeto a tus compañeros, a tus jefes, no es fácil llegar”.

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