El Ejército de los Estados Unidos presentó su nueva arma: la siesta

Las autoridades buscan que los soldados mejoren el estado de alerta y el rendimiento. Para eso, les permiten dormir un poco por la tarde para completar la cuota de sueño.

Salud 27 de octubre de 2020

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El Ejército de los Estados Unidos es retratado en películas y documentales en exigentes entrenamientos físicos, pero los tiempos cambian y las filosofías de ejercicio también. Así, la nueva arma que incluyó ahora para la preparación de sus soldados puede sorprender a más de uno: dormir la siesta.

El manual integral de salud y aptitud física del Ejército norteamericano, que no sufría modificaciones desde hacía ocho años, fue rebautizado en octubre de 2020 con el nombre de Holistic Health and Fitness. Otro enfoque, cuyo objetivo es desarrollar “letalidad física y fortaleza mental para ganar rápidamente los combates y volver a casa de forma saludable”.

El proceso que tienen que atravesar los soldados ya no consta únicamente de ejercicios físicos extenuantes, ahora tiene capítulos enteros sobre el establecimiento de metas, la visualización del éxito, la preparación espiritual y sobre el arte de la siesta, según detalló The New York Times.

“La siesta es importante porque permite recargar energías para poder transitar la segunda mitad del día de forma lúcida, con más atención y con más energía”, explica a Con Bienestar Mercedes Velán (M.N. 26731), psicóloga especialista en medicina y trastornos del sueño.

Pero no habla de siestas extensas ni en cualquier horario. Tienen que ser “temprano y cortas”, de lo contrario traerá consecuencias como el corrimiento del sueño nocturno, agrega la licenciada.

“La siesta ideal es, aproximadamente, entre la una y las dos de la tarde y con una duración de 40 minutos”, asegura Velán. “Y sirve para reponerse, porque lo que se perdió en el sueño nocturno no se recupera”, advierte.

La importancia de dormir bien

El manual no solo se focaliza en la siesta, sino en el buen dormir en general. Si bien explican que no está claro cuál es el umbral de horas específico, ya que cada persona tiene el suyo, indican que “la mayoría de los soldados necesita de siete a nueve horas de sueño cada 24 horas para maximizar su salud y mantener el rendimiento”.

En los casos en que no puedan completar esos tiempos, permiten las siestas para llegar a esa cuota de descanso.

“El sueño es el service de nuestro cuerpo, por lo tanto es necesario dormir bien para tener un buen rendimiento durante el día”, indica Velán. La especialista puntualiza: “Cuando se descansa de forma adecuada, se consolida la memoria y el aprendizaje, además de favorecer en la recuperación de energía”.

“Por el contrario, cuando dormimos mal no nos recuperamos. Ya sea por un sueño de pocas horas o uno fraccionado por alguna patología intrasueño, como pueden ser los ronquidos, los movimientos periódicos de piernas, o el insomnio”, señala Velán.

Esto hace que durante el día nos sintamos “cansados, desganados, irritables, con un menor nivel de atención, con reflejos enlentecidos y fatiga", enumera la psicóloga. “Dormir mal tiene muchísimas consecuencias negativas en la vigilia de las personas”, asegura.

Este nuevo enfoque fue también tenido en cuenta por las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, que entendieron que la falta crónica de sueño durante las misiones puede paralizar la toma de decisiones de los soldados y provocar desastres prevenibles. Para eso, tomaron como ejemplo dos choques de buques de guerra provocados por la fatiga de sus pilotos.

“El Ejército siempre tuvo una dinámica interna según la cual los hombres de verdad no necesitan dormir y pueden seguir adelante, y es un pensamiento increíblemente estúpido”, dijo el teniente general David Barno, quien fue comandante de fuerzas combinadas en Afganistán de 2003 a 2005.

“El combate es asunto de un hombre que piensa, pero el cerebro no funciona sin dormir”, le comentó a The New York Times.

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