El militar enjuiciado en San Juan que pide "trato igualitario" con una huelga de hambre en Ezeiza

Detenido en Ezeiza, Gustavo De Marchi (71) presenta diversos problemas de salud y desde hace 27 días se alimenta solo con líquidos. Se queja por las condiciones carcelarias.

Destacada 17 de enero de 2020

de marchi

El teniente primero Gustavo Ramón De Marchi, de 71 años, reclama un trato humanitario en la cárcel. Inició una huelga de hambre hace 27 días y dijo que la prologará "hasta las últimas consecuencias".

Con problemas graves de salud, De Marchi indicó al diario La Nación: "No pido ni prisión domiciliaria, ni salidas transitorias, ni la excarcelación. Solo reclamo igualdad ante la ley, que los militares presos tengamos los mismos derechos y el mismo trato que los presos comunes". Se encuentra en una celda del Hospital Penitenciario Federal de Ezeiza.

De Marchi interrumpió los 17 medicamentos que tenía prescriptos. Sufrió un ACV, tiene diabetes, perdió la visión de un ojo y está alojado en una dependencia penal que tiene un equipamiento limitado para atender casos médicos complejos. Por la huelga de hambre, perdió más de 15 kilos. Se niega a que le extraigan sangre y solo accedió a tomar líquidos, especialmente mate, para evitar trastornos renales que le produzcan dificultades para orinar, agrega el diario La Nación.

"Llevo diez años y cuatro meses preso, según el cómputo legal, y no tengo sentencia firme", explicó De Marchi, que recibió dos condenas del Tribunal Oral Federal de San Juan por delitos de lesa humanidad: una en 2014, a 25 años de prisión, y otra perpetua, en octubre de 2018.

"Yo no designé abogado, me representa un defensor oficial que me puso el Estado y él mismo reconoció que todo proceso es un circo", resumió el militar, que se siente acompañado por su esposa, Vicenta Britez Lescano, y sus tres hijos. "Mi mujer fue a ver la semana pasada a Santiago Cafiero y a Gustavo Beliz para plantearles mi situación", dijo, mientras espera una respuesta oficial.

De Marchi ocupa la celda 225, en la planta alta del Hospital Penitenciario Federal de Ezeiza. Enfrente, en la 206, está el excomisario Miguel Etchecolatz, de 91 años. Nacido en 1948, en Córdoba, De Marchi egresó del Colegio Militar en 1969.

El teniente De Marchi cumplió funciones en el Regimiento de Infantería de Montaña 22, de San Juan, y participó en comisiones en el Operativo Independencia, de Tucumán.

Escape

Estando preso en San Juan, en julio de 2013 aprovechó un traslado al Hospital Militar para fugarse, junto al mayor Jorge Antonio Olivera. "Estuve dos años prófugo, fui a Brasil, Uruguay, mi mujer enfermó de cáncer y me volvieron a capturar en diciembre de 2015, después de que Mauricio Macri dijo que iba a terminar con el curro de los derechos humanos. Eso hizo que me relajara y empecé a ir al Patio Bullrich, al Alto Palermo", contó el militar.

No fue su primer escape. Una vez, cuando era buscado por la Justicia, compró un departamento en un edificio contiguo al que vivía, en Austria y French. "Hice un túnel que conectó ambos departamentos y cuando me vinieron a buscar pasé por el túnel y me fui cómodamente por la puerta del edificio de al lado", relató.

"Le mandé mis padrinos a Ricardo Lorenzetti", reveló De Marchi, al contar que envió a sus hijos para retar a duelo al ministro de la Corte. Promete hacer lo mismo con los otros jueces y fiscales federales, aunque exceptúa a Carlos Rosenkrantz. "También haría una excepción con Elena Highton, por ser mujer", deslizó. Y espera poder reunirse con el exsenador Miguel Pichetto.

"Si me llega el rosario que prometió el papa Francisco, lo voy a aceptar", anticipó, con resignación.

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