Tras la derrota en San Juan, el futuro de Hourcade en Los Pumas es incierto

Un análisis del diario La Nación, señala que el futuro del DT Daniel Hourcade depende de una reacción de los jugadores. La revancha ante Gales será en Santa Fe. Todo depende del resultado.

Deportes - Rugby 15 de junio de 2018

hourcade

No importa quién sea el entrenador, ni qué rival esté enfrente: vestir la camiseta celesta y blanca supone dejar todo. Por eso, se da por segura una reacción anímica para la revancha de mañana frente a Gales en Santa Fe, luego de la fallida actuación en la derrota en San Juan. Trasladarla al desarrollo del juego y transformarlo en un resultado positivo sería vital para la continuidad de Hourcade.

Sin actitud, los Pumas fueron incapaces de llevar adelante el sistema de juego propuesto por el staff para el primer test-match del año, en la que muy probablemente haya sido la peor actuación de este ciclo. Hourcade tomó lo bueno que había impreso Mario Ledesma a Jaguares. Y tenía la misión de reafirmarlo en las mentes de los jugadores y la de adaptar el plan de juego a la escena internacional y a su dinámica distinta a la del Súper Rugby. Falló en lo primero, lo cual impide una evaluación cabal de lo segundo.

Volver a enfocar a los jugadores es el primer desafío del tucumano para los próximos dos partidos. Maximizar el potencial de cada jugador en función del equipo es una de las funciones primordiales del entrenador. Este equipo no necesita más motivación que ponerse la camiseta argentina para dar todo en la cancha. Lo mostró en sobradas ocasiones, como aquel partido en Vélez, sin ir más lejos. Y la capacidad que siempre se intuía latente emergió por fin en esta temporada, con Jaguares.

 "Claramente tenemos que dar otra imagen. Cometimos errores básicos que no veníamos haciendo con Jaguares. Con tantos que tuvimos, ni siquiera pudimos ejecutar el plan de juego", admitió Javier Ortega Desio.

La cuestión es que el crédito sigue estrechándose. Hourcade ha dado acabadas muestras de tener la capacidad y la preparación suficientes para conducir al seleccionado, dotándolo de un juego mucho más agresivo y llevándolo a una semifinal mundialista, pero este bagaje se vuelve inocuo en tanto no aparezcan de una vez señales positivas. La excusa de la ardua adaptación al Súper Rugby, válida durante los dos primeros años, no corre más dado el gran presente de Jaguares. Contrariamente, este no hace más que empujarlo a replicar rendimiento y resultados. El arrastre de 20 derrotas en 26 partidos desde el Mundial reduce el margen de error. El mayor déficit desde 2015 ha sido la imposibilidad de dar pasos adelante, de afirmarse en una base sobre la cual se creciera. Con Japón 2019 a la vuelta de la esquina, urge empezar a construir.

La dirigencia sostiene a Hourcade, mas no a cualquier precio. Si en esta ventana o en el Championship no aparece una mejoría, siempre está la posibilidad de activar el plan B, llamado "Mario Ledesma".

Quedan dos partidos en esta ventana, con rivales disminuidos (Gales y Escocia). Los jugadores están obligados a reaccionar, aunque sea por orgullo. Sólo entonces se podrá analizar la incidencia de Hourcade.

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